Es una técnica ideal para
mantener la piel joven, suave y limpia. Se
basa en la utilización de puntas abrasivas
que se friccionan sobre la piel, mientras
una bomba de vacío aspira el material
exfoliado. Se obtienen resultados similares
a los peeling, pero de una manera menos
agresiva, permitiendo retornar a las
actividades habituales de manera
inmediata